¿Conectados pero solos?

En la charla TED de la psicóloga Sherry Turkle se plantea un problema sumamente interesante en estos días (aunque la charla se haya realizado en 2012): ¿hasta qué punto la tecnología, que nos atraviesa en todos los aspectos de nuestra vida, sirve para estar conectados? En nuestros días, en donde los sentimientos se transmiten en tweets, las conversaciones se dan por wpp y la empatía la puede transmitir un robot, tratar de entender cuándo soltar a la tecnología es fundamental para aprender a relacionarnos y, al mismo tiempo, a estar solos. 

Sherry pretende llegar al lector interpelándolo con situaciones que nos suceden a todos constantemente: ¿Quién no ha estado usando el celular en una juntada con amigos? ¿Quién no agarra el teléfono al instante en que se siente solo, en que experimenta la soledad? Las situaciones que vivimos día a día con la tecnología son las que utiliza la psicóloga para captar la atención del lector, para invitarlo a reflexionar y, en última medida, invitarlo a hacer, a cambiar las cosas. Aún estamos a tiempo de utilizar la tecnología a nuestros favor, para cambiar el mundo real. 

Para argumentar su tesis, Turkle utiliza situaciones que le ha tocado vivir. Desde un comienzo, con el mensaje de buena suerte de su hija, hasta el consuelo de un robot hacia una madre que acababa de perder a su hijo, nos invita a escuchar sus historias, siendo imposible no pensar las nuestras propias. Aquellas situaciones en que sentimos que la tecnología nos sirvió de escudo, nos acompañó en la soledad, nos permitió "conectarnos" con la gente sin estar conectados en realidad.

En mi opinión, la tecnología tiene muchos aspectos buenos, especialmente en la pandemia, en donde pudimos vernos a la distancia con nuestros familiares, seguir estando en contacto con amigos, entre otras cosas. Sin embargo, está ocupando un lugar cada vez mayor en la vida de las personas, sustituyendo (o transformando) a las relaciones personales. El hecho de que prefiramos conversar por mensaje para poder planificar lo que vamos a decir, borrarlo, modificarlo y luego de unos minutos mandarlo, va en contra con lo que "conversar" significa, con el "cara a cara" y con la característica de espontaneidad. 

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