Entrevista a Carolina Keve en la Charla con Graduados

 Entrevista a Carolina Keve, periodista y documentalista.


Carolina Keve es Licenciada en Comunicación Social. Como periodista, escribió para algunos medios como página 12, revista Ñ, Brando y Le Monde Diplomatique. Hace algunos años, Carolina fundó su propia productora de documentales, en donde llevó a cabo algunos proyectos como Diálogos con Laclau y Los nueve locos. Además, está finalizando una Maestría en Comunicación y Cultura en la Universidad de Buenos Aires.


Los primeros pasos son los más difíciles en cuanto a incertidumbre y decisiones que uno debe tomar, a veces azarosas. ¿Cómo fueron esas decisiones?


- En cuanto a mi vínculo con la escritura, yo no la transité sino que ella me transitó a mí porque se fueron planteando distintos desafíos y tuve la suerte de ir experimentando. Comencé con el periodismo, que por un lado es un oficio hermoso pero en términos de escritura tiene un lenguaje con ciertos límites. Después me permití correrme de esos límites e ir transitando otros géneros. Jamás me hubiera visto escribiendo guiones y de pronto me vi pensando y escribiendo en imágenes. Fue un desafío nuevo pero me encantó. 

Con la carrera tuve cierto vínculo de amor odio. Es como un matrimonio, el mío es largo, ya vamos a tener boda de plata con la carrera. Yo quería ser periodista cuando arranqué Comunicación pero durante la carrera me venían muchas dudas.Nos agarró el 2001. De la rúa se estaba yendo en un helicóptero y yo estaba rindiendo un final. “No puedo estar aca rindiendo mientras el país está detonado” pensé. Entonces me anoté en TEA y cuando empecé me di cuenta de todo el capital distintivo que me había dado la carrera y que me abría otros caminos. Hoy estoy haciendo una maestría en Comunicación y Cultura, por eso digo un matrimonio largo. 


Hablaste de TEA y de la maestría. ¿Cómo has complementado la cursada de la Carrera?


- Estamos en un momento de cambio de paradigma de las comunicaciones, somos una generación de transición en donde muchos estamos aún desorientados. Lo distintivo está en la mirada que se nutre de contenido. Para el periodismo eso es fundamental, ahí está la diferencia en momentos donde todo es repetición y lo importante es tener likes. Quien viene a interpelar eso y a generar preguntas hace la diferencia. A veces escucho que en el noticiero un periodista pregunta “¿por qué no llegaron las vacunas a Argentina?”. Hacer la diferencia significa formarse, buscar cómo funciona el sistema de patentes, qué se está poniendo en juego, cuáles son los factores que condicionan su llegada.


Los comunicadores tendemos a estar atentos todo el tiempo y pensando nuevas maneras de insertarnos a nuevos medios laborales. ¿Cómo fue en tu caso? ¿Cómo pasaste del periodismo gráfico a lo audiovisual?


- En lo que es comunicación, la autogestión cada vez está más presente. El tema de las redes sociales no hay que perderlo de vista. Cada comunicador es una marca de sí mismo. Ahora te ven la cantidad de seguidores en instagram antes de contratarte, ya no te piden sumarios. Una autogestión está buenísima, hoy no podría trabajar para una empresa, me acostumbré a mi dinámica. Sin embargo, en términos económicos es un gran desafío. Más que un desafío, ¡es una locura! Estamos en un contexto crítico en todo el mundo y lo cultural acá está muy atado a las políticas de Estado. Tuvimos una época de mucho auge donde hubo mucho apoyo y nosotros generamos nuestra productora en ese momento. Se contaba con muchas herramientas para emprender y generar contenidos. Hoy en día el contexto es distinto, no es imposible pero sí difícil. Al final, uno termina trabajando más que cumpliendo horarios pero llevar a cabo una idea propia es muy grato. Que la gente te vea, te lea y te escuche no te lo quita nadie, está buenísimo.


¿Cómo es el recorrido de pensar un proyecto?


- Cuando uno está trabajando autogestivamente estás todo el tiempo con la cabeza metida. No es un trabajo unilineal. En lo que se refiere al periodismo, el sumario es una herramienta para acercar ideas a distintos medios. Una buena idea vende mucho y puede conducirnos a otros caminos. Por ejemplo, el documental que estamos haciendo ahora nació de una nota. Algo muy chiquito puede terminar desembocando en un proyecto grande que ni te lo habías propuesto, la curiosidad te fue llevando hasta ahí.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Autoevaluación final

¿Quién cree a Janet Cook?