Respuesta a la Carta a Audrey Hepburn
Querida Audrey:
Recibo su invitación con la mayor felicidad posible.
He demostrado mi admiración hacia usted y su talentoso arte en numeradas
entrevistas que colegas me han hecho. A veces considero que usted y yo, y todos
los que son como nosotros, victimas de la más fría, odiosa y hambrienta guerra,
somos como la flor de loto. Sabrá usted que esta hermosa flor de pétalos rosas y
un olor tan peculiar nace del barro, no podrás plantar sus semillas en el balcón
de la casa ni en la plaza del barrio. Nosotros, que hemos crecido en los brazos
de la oscuridad más temible, hemos sabido renacer y crecer fuertes. Y hacer nacer de nuestra vida el arte, el recuerdo y la memoria.
Hoy, sin
embargo, lamento decirle que debo rechazar su oferta. Por motivos editoriales
me veo obligado a guardar el secreto del tema de mi próximo libro (aunque
imagino que no creerá que es un romance de los años 20, ¿no?). Le pido me
disculpe por esta respuesta pero que, sin embargo, pueda seguir adelante con el
proyecto de llevar al teatro historias como la mía, como la suya. Querida
Audrey espero sepas disculparme y sigas adelante con este maravilloso proyecto,
pero sin mí.
Atentamente,
con cariño, Primo.
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