Respuesta a la Carta de Audrey Hepburn

Querida Audrey:

                             siempre es un placer recibir una carta suya y, si esa carta viene con un Malbec, ni se imagina. Estaba esperando ese encuentro que nos debemos para abrirlo y compartirlo con usted pero no me he resistido a tan delicioso vino. Que caballero soy!

Audrey, querida Audrey, espero no te enojes con mi respuesta y que puedas entender lo que diré. No puedo ni debo, aunque lo desee con muchas ansias, participar de su obra. Me agarras desprevenido en una etapa de mi vida muy repleta de proyectos vacíos. Su propuesta me hace mucha ilusión, pero para encarar un nuevo proyecto debo solucionar algunas cosas que están mal en mi actualidad. Tengo muchos proyectos nuevos en mente, algunos comenzados, otros en mitad de camino, y otros perdidos en el medio del mar sin dirección. Espero puedas entender y deseo que pronto nos estemos tomando una copa de vino que esta vez invitaré yo.

No dejes de escribirme y contarme las novedades del proyecto. Noto por el tono de tus cartas que te tiene muy entusiasmada y eso me alegra. 

Te saluda con mucho cariño, Primo Levi.

P.D: esta vez te he mandado yo un regalo sorpresa. Respóndeme cuando te llegue.