No sólo los chicos pueden aprender jugando: sobre la importancia del aprendizaje lúdico

 No sólo los chicos pueden aprender jugando: sobre la importancia del aprendizaje lúdico

Por Marina Ambe

Los invito a jugar. Sí, como leíste. ¿Hace cuánto no te sentás a armar palacios con los playmobil o robar casitas hechas de cartas? ¿Hace cuánto no te inventas un mundo mejor, el mundo que querés? 

Los invito a que agarren un sombrero y un desodorante. Dale, te espero. ¿Estás? Dejate cerca estas dos cosas que en un rato las vamos a usar


En la actualidad, los pedagogos consideran al juego como un escalón fundamental en el proceso de aprendizaje. El juego proporciona nuevas formas de explorar la realidad, nos invita a pensar un mundo mejor, nos permite hacer volar la imaginación y nos da las herramientas para aprender jugando y riendo. Los niños juegan para dar

sentido al mundo que les rodea y para descubrir el significado de una experiencia conectándola con algo que ya conocían previamente. El juego constituye una de las formas más importantes en las que los niños pequeños (y los no tan pequeños, también) obtienen conocimientos y competencias esenciales. El aprendizaje lúdico implica la participación activa, la interacción social y la comunicación, incluso cuando no es verbal, a la vez que se incentivan todos los ámbitos del desarrollo, incluidas las competencias motoras, cognitivas, sociales y emocionales.


Durante la pandemia, la educación tuvo que transformarse. No sólo las escuelas, sino también los lugares para hacer actividad física, los espacios recreativos para chicos y los centros culturales tuvieron que cerrar sus puertas y adentrarse a un nuevo mundo, la virtualidad. Un mundo desconocido para todos, con muy poco (o nulo) apoyo del Estado y con una incertidumbre que hacía difícil avanzar con los planes y proyectos. El aprendizaje lúdico puede (y va a) transformar la educación. La educación formal como la conocemos está perdiendo cada vez más fuerza. Hoy sabemos mucho más sobre nuestro cerebro y la forma en que recibe y codifica la información. Por ejemplo, el cerebro secreta dopamina, el neurotransmisor causante de sensaciones de placer, durante experiencias agradables, lo que hace que se construyan memorias fuertes de las mismas. La dopamina aumenta el foco de atención, potenciando la consolidación y almacenamiento de nuevos contenidos en la memoria a largo plazo. Los estudios afirman que los momentos en que el cerebro secreta más cantidad de esta sustancia es durante el juego, el movimiento físico , el humor o la sensación de logro. Por lo tanto, cuanto más novedosa y excitante sea nuestra forma de transmitir contenidos, más aprenderán los chicos. La educación no formal hace años que viene incentivando en el método lúdico, acompañando a los chicos en estas actividades. Lo verdaderamente transformador es el juego entendido como actitud lúdica. Actitud que tiene que ver con la capacidad para asombrarnos, con la curiosidad, con las ‘ganas de…’, con la creatividad y el tratamiento no convencional de objetos e ideas. 


¿Cómo enseñarías qué es el Día de la Independencia a un chico de 6 años? “Supongamos que estamos todos tranquilos cenando en casa y de repente ¡ZAS! Un vecino malo nos invadió la casa y nos quiere arruinar la cena!! Tal vez si trabajamos todos juntos podemos decirle que se vaya a su casa y que no nos moleste“. Saber qué pasó en términos históricos es importante, pero entender que la solidaridad, el trabajo en equipo y la unión de todo un país permitió la expulsión de los españoles de nuestras tierras del sur es fundamental. No sólo para comprender la fecha patria, sino para la vida. 

¿Cómo le enseñamos a los chicos de jardín quiénes fueron los grandes líderes del país?¿Cómo aprenden qué es un buen líder? Regalales una manada de lobos. De mentira, por supuesto. Los lobos se protegen y ayudan mutuamente en los traslados: el líder de la manada va atrás para observar que ninguno se pierda, los ancianos van delante de todo para seguirles el paso y que no queden atrás, mientras que los más pequeños van en el medio, contenidos. Enseñales a cuidar a su manada durante todo el día. No la pueden perder, la deben proteger de todo y todos. Enseñales a ser un buen líder mediante el aprendizaje lúdico, el juego de roles.


Desde hace años formo parte de una comunidad judía en el corazón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Durante 8 años disfruté de actividades con mis amigos, conocí mucha gente, encontré mi lugar de pertenencia y, principalmente, aprendí jugando. Aprender jugando. No se imaginan (o tal vez sí), la cantidad de cosas que uno puede aprender jugando a la mancha, la cantidad de objetivos que se pueden alcanzar haciendo una carrera de obstáculos y el poder de la imaginación que desarrollamos jugando a la carta rusa. Durante el 2020 planifiqué y di actividades a chicos de 12 años. Hoy en día, a niños de 3 años, la edad de mayor crecimiento en la vida humana. La edad en que aprenden a hablar, aprenden a cuestionar preguntando “por qué?” todo el tiempo y, lo que más me gusta, aprenden a inventar y fantasear. Mi oso de peluche ahora es un villano que secuestró a mi barbie y necesita ser salvada. O los ñoquis que hice con plastilina cantan canciones en inglés y viven en “ñoquipaís”. Y ni te cuento cuando me pongo la sábana de capa. Me convierto en un superhéroe capaz de salvar al mundo. Todas estas historias, que pueden parecer graciosas o incluso absurdas, me las contaron chicos de 3 años que, mediante el juego y la imaginación, crearon sus mundos de fantasía. Todo este incentivo se pierde sin el aprendizaje lúdico, sin el juego entre pares. Durante la pandemia tuvimos que trasformarnos. Ya no podíamos jugar al dígalo con mímica presencial viendo nuestros movimientos corporales y faciales, viendo la risa en la que estallan los niños cuando nos tiramos al piso actuando del Rey León ni la alegría que invade sus cuerpos cuando aciertan la película. Todo eso tuvimos que transformarlo: tirarnos al piso de nuestras casas mientras escuchamos la risa robótica del otro lado de la pantalla. La pandemia nos alejó, la virtualidad nos permitió acercarnos pero la risa, el juego, la diversión y la educación nos unió a pesar de la distancia, que muchas veces era de miles de kilómetros. Pero la unión que genera compartir la sonrisa con alguien es inexplicable.


El juego está en todos lados y en todos los tiempos. Existe desde que el mundo es mundo y desde que el humano es un ser social. Uno de los juego más antiguos encontrados es el “senet”, un juego de Egipto que data de alrededor 3100 a.C. El juego consistía moviendo dibujantes en un tablero de 30 casillas y, moviendo estratégicamente las fichas, debían llegar a la punta. Cualquier similitud con los juegos de mesa actuales no son pura coincidencia, es la evolución del juego junto con la de los humanos.


No permitamos que los chicos pierdan esta fuente de aprendizaje tan inmensa y potente. Permitámosles y apoyemos el aprendizaje lúdico. La pandemia nos imposibilitó muchas cosas, objetivos, planes, actividades, viajes,  pero que no les quite a los niños lo que mejor les hace no sólo en el presente, sino también para su futuro. Además, el Covid-19 nos permitió conocer todo un mundo virtual lleno de posibilidades de juego y aprendizaje lúdico. Miles de páginas que permiten crear tableros y compartirlos, hacer quizz, memotest y cientos de juegos más. 


Quiero que te pongas el sombrero, agarres el desodorante, te mires en el espejo y cantes a los gritos tu canción preferida. Imaginate que estás en un show, cerrá los ojos y escuchá a la gente gritando tu nombre. Viví la adrenalina corriendo por tus venas, canta tan fuerte que tus vecinos tengan que tocarte la puerta. Libera todas las endorfinas, toda esa energía que tenemos guardada, y jugá. Y si después te quedas con ganas, agarrá los juguetes de tu hermano, hermana, hijo o hija y ponete a jugar, armá una ciudad e inventá historias. No sólo los chicos pueden aprender jugando. 


Bibliografía:

- DRA. JUDY WILLIS. Estrategias para convertir la información en conocimiento: cómo atravesar los filtros cerebrales que limitan el aprendizaje. 

- MARTA MORENO. Imma Marín: “El aprendizaje lúdico puede transformar la educación” educaciontrespuntocero.com https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/imma-marin-aprendizaje-ludico/

- CIGNA. Etapas del desarrollo para niños de 3 años. https://www.cigna.com/es-us/individuals-families/health-wellness/hw/etapas-del-desarrollo-para-nios-de-3-aos-ue5314


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